Saturday, September 18, 2010

Ganas.

Como que ya no ocupas tanto mi mente.
Como que puedo ver tus fotos y ya no duelen (tanto).
Como que por fin puedo ver a otros.
Como que estoy olvidándome de ti.

Como que tengo ganas de enviarte una carta, sencillísima, que sólo diga:

FUCKER.

Tuesday, September 07, 2010

Escapar.

Se terminó oficialmente mi carrera, ya soy toda una Licenciada en Cine y Televisión. Fueron momentos de mucha tensión para entregar la tesis, otros de emoción con el hermoso viaje a Cuba, reencontré a varios amigos que hace mucho tiempo no frecuentaba, vi a la familia de mi mamá la cual he tenido bastante abandonada, felt like home...
Después para variar, un pendejo jugó conmigo en cuestión de NADA, y me cuestioné si realmente estaba consciente del gran daño que hace la clavadez y el gusto desmedido por alguien. Ya mejor me río, siempre me pasa.

Pero después de todo ese ajetreo emocional, las cosas se calman. Todo vuelve a la normalidad, y es justo en este momento que me quedo de "¿Ahora qué?". Hay días que me siento motivada de saber que probablemente el paso siguiente será buscar un trabajo y con ello el inicio de Mi Independencia. Pero hay otros días que simplemente me siento totalmente a la deriva. No sé qué camino tomar, no sé ni por dónde comenzar a buscar. Tengo alternativas pero a veces me dan miedo, el mundo real es ogete y yo estoy muy lame anímicamente hablando. Me está regresando esta maldita ansiedad y eso nunca ha sido buen síntoma.

Extraño demasiado Cubita, no puedo mirar una foto y no querer estar ahí. Fueron días eternos, increíbles, no sé, a veces el estar lejos te hace sentir que puedes ser tú y ya. No importan las cadenas que traigas arrastrando, simplemente nada importa porque eres efímero. Y fue allá donde me sentí por primera vez dueña de mi destino, no dependía de nada y mis días se iban escribiendo al momento. Sinceramente ningún pensamiento se quedaba en mi cabeza por más de 5 minutos. A veces estar en blanco es aaaaltamente recomendable. Todos lo que se dice acerca de la gente, el trato, el dinero, la opresión, puede que sea cierto. Pero no he conocido gente más cálida y dispuesta a regalar una sonrisa, un piropo, a cambio de un poco de atención. Encontrar un mundo tan distinto y tan extremo me abrió el panorama. En el plano material, incluso con la comida, aprendí a apreciar las cosas que aquí son cotidianas. Tomé varias decisiones arriesgadas, cosa que me cuesta demasiado trabajo pues suelo planear mucho, sin embargo, no me arrepiento de ningún minuto vivido allá.

Por ahora, no tengo idea de qué es lo que prosigue. Hay días que sólo quiero echarme a correr hasta que algo pase. Por el momento voy a ver qué hay, cuando sepa, vuelvo con noticias.