Saturday, January 01, 2011

Recapitulando.

Te conocí un 20 de Julio de 2008, un día después viniste a mi casa y tus amigos se ligaron a mis primas. La siguiente fiesta que te vi tomaste mi mano toda la madrugada, Fernando me dijo que te gustaba pero que no me emocionara. Te fui a ver cuando chocaste, y te di dulces en una bolsa de Batman porque te gustaba mucho de niño. En mi cumpleaños nos dimos nuestro primer beso, y en Noviembre me dijiste que no habías sentido cosa similar a la que teníamos.
Pero en Diciembre desapareciste y comenzó la búsqueda interminable de un sentido. Lloré madrugadas enteras, escribí cartas que nunca llegaron a su destino, te maldije mil veces y te dediqué todas las canciones. Incluso anduve con un amigo tuyo, me emocioné de más, pero sólo lo lastimaba y me lastimaba. Hice muchas tonterías en tu nombre, pero la más grande fue no haberte comprendido.

En Febrero de 2009 escuchaba diario La Ritournelle: "Love is to share, mine is for you", en realidad lo era.

En Marzo te sinceraste conmigo y me contaste la historia de tu vida, de tu primer amor que seguía moviéndote las entrañas, de cómo sentías al verla lo que yo sentía al verte. Se me fueron todas las esperanzas.

En Abril nos volvimos a encontrar en la playa, y esa vez nos besamos como nunca, días después compartimos una noche decadente, de tristezas y añoros, boleros, Strangers in the night y vino tinto. Dormimos juntos y te observé durante un rato.
Tan cerca, y tan lejos.

En Mayo tu sobrino me abrió los ojos con la verdad más dolorosa, y decidí arrancarte de mi vida para siempre. Me costó más de un año, sin verte, evitando tu presencia. Todavía en Agosto me preocupaba porque no sabía cómo olvidarte.

En Julio de 2010 te volví a ver, fingí que no pasaba nada pero regresé a tirarme a la cama a llorar, no me podía explicar nada. No podía creer que aún después de tantos intentos de querer bien a alguien siempre terminaba comparándolos contigo. Entonces comencé a escribir un guión con nuestra historia, nada literal, quería encontrar las respuestas que nunca me quisiste dar, quería asegurarme de que lo que pasó fue certero y no un producto de mi imaginación. Y en un arranque de inspiración, escribí la última secuencia, con su punto final. No nos quedábamos juntos, pero yo encontraba algo nuevo. Tú, por fin te encontrabas, con ella...

El 21 de Noviembre tuve un presentimiento y te fui a buscar, hablamos, extraño, me mirabas, yo huía. Me di cuenta que yo solita me estaba yendo a la boca del lobo hasta que terminó el encuentro, aún así sonreí todo el trayecto a casa. El 26 me pediste que nos viéramos, que necesitabas hablar. Nos vimos, y por fin después de dos años dijiste las palabras exactas para curar las heridas de mi corazón. Me pediste perdón por todo, me pediste que lo intentáramos. Tuve dos caminos, hacerte sufrir ahora a tí y demostrarte que ya te había superado, que ahora había madurado un poco más y que no estaba dispuesta a dejar las cosas así de sencillas. O... ser sincera con mis sentimientos de una buena vez y dejarme de formalismos inútiles, es decir, el hacerte notar que cuando te veo en mi cabeza pienso: "Es que es ÉL, es ÉL, carajo!"

Desde ahí, todo ha sido mágico, es como vivir un sueño del cual no quiero despertar. Te miro y te beso si me da la gana, tomo tu mano todo el tiempo mientras tus dedos rozan mi piel. Me buscas, me escribes, me cantas canciones y juro que te haría el amor si estuvieras junto a mi en este momento.

Te amo, siempre lo he hecho, por eso aquí estoy y no me voy a ir, no sin intentarlo y demostrarte que por tí soy capaz de lo imposible, de inventar lo que no existe, de nombrar cada una de las estrellas del firmamento... Pero no te lo diré, antes quiero que lo sientas y que salga de ti, lo mío ya va por default.

Y como escribió Benedetti alguna vez, "Estoy rezando: 'Que dure', y para presionar a Dios, voy a tocar madera sin patas."