Han sido unos días bastante difíciles para mi, en todos los sentidos. Digamos que mi vida está por etapas, muy extremistas, y puedo estar o muy bien o de plano muy mal. Esta vez si están mal, y bueno, he tomado medidas que me han afectado en gran manera pero pues la verdad es que todo esto me ha decepcionado. No mis amigos, no la gente cercana a mi, sino yo misma. Se oye raro, pero es muy cierto eso de que nosotros somos nuestros propios jueces, y los más rudos, pues cuando nos conocemos bien bien sabemos donde darnos y autodestruirnos. Bueno, esta vez me juzgué, después de cosas que me han pasado y me han dejado con el mal sabor...
Ahora, después de un retroceso que tuve, donde me hice una promesa de la cual ahorita me arrepiento, exploré lados míos que no conocía, que no pensé que fuera capaz de tener. Y eso es precisamente lo que me decepciona. Siempre fui yo la víctima de las cosas, la niña a la que traicionaban, a la que le mentían, a la que le pedían perdón. Pero llegó un cabrón a cambiarme todo el esquema, y desde ahí, prometí no volver a confiar en nadie, no sentir esas palabras dulces, ni creer en esa idea de enamorarse y entregarse, pues al final si das mucho te quedas vacío. Esta vez fui yo la que tuvo que pedir perdón por haber hecho mal.
Después de empezar a jugar con mi promesa, empecé a salir con viejos amigos. Volví a ver personas que había dejado en el olvido, tuve una relación que acabé desmadrando (incluyendo a la persona), en fin, cosas asi. Pero pues esta última semana me cayeron mil veintes, y horrible. No saben que mal me sentí al ver como esas personas que me tendieron la mano cuando estaba triste ahorita estan mal por mi culpa, de saber que las afecté y sobre todo, sin darme cuenta de lo que estaba haciendo.
Lo que tuve que hacer, por mi bien y el de los demás, fue comenzar a apagar mis "velitas", me quedé sin nadie esperando por mi, hablando claro con aquellas personas que me ofrecieron su corazón, terminé con el teatrito y con el juego del "hoy no pero tal vez mañana si" y pues me quedé solita. Fue algo que debí evitar desde el inicio, pero quise ser positiva y pensar que podía pasarla bien un rato. Nunca imaginé el daño que haría, y sobre todo, nunca imaginé que me quisieran tanto.
Ayer, saliendo del ensayo fui al estudio de grabación de mi reciente ex novio (David). Algunos saben la historia, ya saben, todo pasó muy muy rápido, el dio mucho, yo no tenía la disposición y ante mis ogetadas me mandó a volar. Sin embargo, ayer que hablamos, pues me di cuenta de lo mucho que signifiqué para él, (ya saben, me sentí mierda), y le expliqué todo, escondiendo la cara entre las manos, de la vergüenza, de la pena, esperando escuchar lo peor. Lo bueno fue que estabamos en el cuarto de grabación con la luz apagada, pues no sé que hubiera pasado de haber visto su cara al decirme las cosas, tal vez hubiera llorado o no sé... Hablamos muchísimo, de todo, de nada, hubo silencios largos, confesiones, le pedí perdón, bueno... la verdad estuvo rarísimo pero reconfortante, y de pronto me dijo: "Mira, te voy a regalar algo." Regresó con una hoja de papel y un lápiz.. y me hizo un dibujo que reproduzco (mal) a continuación:
Me empezó a decir: "Están una señora y su hijo en el circo, viendo esta escena (izq). El niño le pregunta a ella que por qué está triste el elefante, y ella le dice que por esto (señalando la cadena). De pronto llega el domador (der) y les dice: La verdad el elefante no tendría por qué estar así, ya que con el tamaño de su cuerpo puede zafarse fácilmente de lo que lo está atando, sin embargo, esa cadena la tiene desde pequeño, y luchó y luchó por liberarse sin lograrlo. Creció con ese obstáculo, y ahora, aún con lo que ha crecido y la fuerza que ha adquirido, sigue pensando que esa cadena lo va a seguir limitando. Es lo mismo que deberías hacer, darte cuenta que has crecido como persona y que no hay cosas tan graves o tan difíciles que te han detenido antes y que ahora no puedas dejar atrás."
Imagínense como me senti. De verdad con ganas de salir corriendo y aventarme por las escaleras, de saber que tuve a una gran persona a mi lado y que desaproveché por mis estupideces, por cosas sin sentido. De verdad me sentí MAL. Ya de regreso, vi el camino como una película. Me sentí diferente con la música de fondo, las calles obscuras, con sólo las luces del carro iluminando nuestro paso. Vi dos árboles de jacarandas (significan mucho para mi) con sus típicas florecitas tiradas en el piso... Llegando a mi casa, me abrazó, y me dijo: "Te quiero mucho, eres una persona muy bonita.." ¿Saben? que me dijera eso me dolió más que si me mentaran la madre, después de todo lo que le hice...