Thursday, April 22, 2010

Ansias.

He abierto y cerrado twitter sin fin en espacios de 5 minutos hoy.

Autocontrol niña, autocontrol.
Ni siquiera sé qué es lo que estoy buscando, por eso es difícil tomar un camino.

Pero de que busco algo,....... lo busco.

Y son las 2.35 y no me quiero dormir. Más bien quiero, pero algo me pasa que no sucede.


¡Me siento adolescente!

Sunday, April 11, 2010

Hay veces que me acuerdo mucho de ti, leo tus líneas, las siento, me lleno de ellas.
Puedo revivir una y otra vez el día que te conocí, que te quería explicar todo lo que sé de edición y montaje. Puedo revivir ese día del suéter morado, como tú dijiste "lo que pasó hoy jamás será olvidado"..... y la montaña entre nosotros el día que te confesé que me gustaba la piedra.. (tú).

Todavía me pongo muy roja cuando te llego a topar de frente sin previo aviso. Tu fuerte abrazo del gusto del encuentro, la plática rápida y atropellada, queriéndonos contar todo. Me gusta cuando me dices piedrita mientras platicamos y te ríes conmigo.

He de confesar que quisiera guardarte en una cajita de cristal. O en un armario. Donde sea. Pero lejos de lo que te hace daño. Lejos de esa perra que tanto te lastima, de las estupideces de tus viejas, de aquellas personas que se dicen ser tus amigas pero que sólo buscan oportunidades para hacerte sentir menos.

Me acuerdo de cuando te despedías de noche, ebrio y con los ojos llorosos. Me preguntaba qué sucedía después, si platicabas con las tortugas o Pony cobraba vida y te acompañaba a tu cama. Era un sentimiento latente de miedo e inseguridad de que todas las noches fuese igual, con tus fantasmas rondando, pendientes, amenazantes.

A veces quisiera estar más cerca de ti, y en la noche hacerte piojito, abrazarte si hace frío y vigilar que nada perturbe tu sueño. Quisiera que leyeras todo esto..... obviamente, no sucederá.
Porque tengo que dejar de amarrarte a mi. Porque debes entender muchas cosas por ti mismo, comenzando por reconocer quién eres y cuánto vales. Porque debo hacerme a la idea de que no estás bien y no me dejas ayudarte, sólo piensas que me envenenas y me haces daño. Porque tu caparazón es muy fuerte e impenetrable. Porque tengo que dejarte volar, por tu cuenta.

Sólo me queda esperar, el tiempo será mi aliado.
Y si la vida quiere, quizá pueda escuchar música contigo toda la noche, ver Persépolis en mis 5 sentidos, y compartir contigo todo lo bonito que existe, y si no... inventarlo.