Te conocí por medio de la música. Siempre nos hemos rodeado de ella, hasta hemos compartido las mismas luces, las mismas miradas, el mismo escenario. Seguramente nuestros caminos se cruzaron muchas veces antes, pero nunca llegamos a coincidir hasta ese pequeño e íntimo concierto donde por azares del destino te me acercaste al final y te pregunté si iba a haber fiesta.
Me agradaste mucho, pocas veces un hombre me pone tanta atención como tú lo hiciste, y la plática fluyó como río. Te ganaste mi confianza en poco tiempo, de pronto ya me veía contándote mis más obscuros secretos, mis frustraciones, mis sueños también.
No era un secreto entre ambos que tú tenías intereses amorosos por mí, sin embargo era una verdad que disfrazábamos de insinuaciones, juegos de palabras, y me permití hablar de más algunas veces. He de aceptar que por un momento pensé en un nosotros. En un giro radical. Mandar todo a la chingada y salir corriendo contigo.
Compartimos un momento inolvidable donde la música resonaba en cada centímetro de nuestras almas, la letra llegaba junto con el éxtasis de todos alrededor, todos coreábamos un himno. Éramos todo. Me tomaste de la mano y no me soltaste. Todo era perfecto, como si el acertijo se hubiera resuelto de repente.
No sé cómo, no sé cuando, o no… quizá si lo sé… "Después de la orgía", recordando mis clases de posmodernidad. Vivimos el momento tan intensamente que nos tiramos al vacío. Y nos rompimos todos los huesos. Sigo sin entender qué fue pero el roce de tu mano ya no tuvo el mismo efecto. Y entonces te vi, esperando las respuestas, mirándome con un signo de interrogación en la cara. Retador, directo, frío. Toda la calidez de las palabras, del entendimiento, se convirtió en un recelo que no termino de entender. Abre la ventana, necesito respirar...
Es difícil entender por qué actúo como lo hago, por qué sigo donde estoy. Hay días que no me soporto, me odio de más. Me juzgo, me humillo. Las voces en mi cabeza no me dejan en paz. Pero suficiente tengo conmigo y con ellas. No te necesito, no necesito tu aprobación ni darte gusto con mis acciones.
Lo siento, pero así no. Conmigo no.