Me siento cada día más miserable.
No estoy ni siquiera con ganas de tirarme a llorar, como niñita, pataleando y sacando en tremendo show esta ansiedad reprimida.
Pero es este estado de letargo que me está matando, me siento inútil, sin sentido, sin rumbo ni motivación. Me pongo de apática, poco paciente, irónica, todo lo que no soy.
O al menos creía que no era...
Soy bien chafa, y me he vuelto especialista en mandar a la verga lo que no me funciona. Pero si sigo así acabaré mandandome yo misma.
Échale ganitas mi reina.