Tantos días de espera por una respuesta, una señal de vida, para encontrarme con mi mayor temor.
No sé en qué momento volviste a tenerme tan dentro de tí, I'm so into you, te lo dije, lo sostengo. No concibo en este preciso instante ser, estar, existir, sin saber de ti, sin sentir tu presencia, tu desasosiego por las noches y el beso tierno de la despedida al amanecer. No puedo, en serio, y estoy en estas paredes derrumbándome y viendo cómo se me viene el mundo encima.
Lloro, llueve, y sigo llorando viendo como en una película todos esos momentos contigo, reviviendo tu olor en mi olfato, tu piel en mis manos, tu lengua en la mía.
¿Qué se supone que haga ahora? dos años de avance para que en una hora tiraras a la mierda todo el esfuerzo, todas mis ganas y mi voluntad de amar. De tí fue de quién me enamoré de verdad, locamente, sin freno pero conciente, a quién más admiro, de quién más necesito, a quién más amo, con quien aún ahora sabiendo que no me quieres, sigo imaginando un futuro hermoso.
No te puedo ni siquiera chantajear, qué lástima me doy, estoy llegando a un punto enfermo donde incluso pensé en pedirte una oportunidad de demostrarte todo lo que tengo, ¿pero qué tengo ahora? Nada. Ya todo te lo quedaste, y no lo quisiste.
Y puedo contar las veces que he escuchado al menos en este día: "No vale la pena."
Claro que la vales, pues es lo que prevalece en mí ahora, y yo no me tomo el tiempo sólo para desperdiciarlo. Lo admito, te lloraré, te extrañaré, te desearé de vuelta hasta que de plano olvide que existes. Espero se me quite pronto o inventen una máquina del tiempo para llegar a ese día donde ya no estás.
Pero no, mejor que no la inventen porque seguramente lo regresaría.
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