Sunday, September 27, 2009

Contraste

No todo en la vida es blanco y negro, sí y no, día y noche. Siempre hay matices, escalas de grises, incertidumbres y atardeceres, sin embargo hace unas noches de locura y alcohol me encontré con dos polos opuestos evidentes.

Por un lado, insinuaciones de un tipo que tiene una familia. Y no me refiero precisamente a mami y papi. Incluso hasta me dijo "Yo podría enamorarme de ti..." Yo tenía los ojos desorbitados y pensaba "Damn, ¿cómo puede?, y lo que siguió fue priceless:

Se volteó, y con una sonrisita cínica me dijo: "Yo soy un hijo de puta".

PWNED!!!

Del otro, una persona que se portó atenta y se la pasó halagándome pero de manera medio dadaísta. Juro que no entendí nada, pero de que fueron halagos, lo fueron. Sin embargo ahí no radica el otro extremo, pues me habló por mi nombre, lo dijo todo el tiempo. Quizá es un detalle que olvidamos, pero yo me pongo a analizar, hace mucho que no le hablo por su nombre a la persona con la que estoy. Hasta me sentí rara de escucharlo tantas veces.

Ayer me dijeron que los chicos me buscan sin compromiso porque soy la perfecta salida. Mientras ellos discuten con sus chicas o sufren por la mala onda de ellas, encuentran en mi un oasis de entendimiento y apoyo. Entonces ya no entendí. Si eres buena persona, te utilizan para huír de la mierda de su vida, pero si eres una hija de puta tienes el control.

¿Alguien opina eso? ¿¿Me lo puede explicar??

1 comment:

Gof said...

"Por qué los hombres aman a las cabronas?" Hay un libro de eso. Peeeeero..... No siempre es así. Cada quién sabe su juego y no todos ven lo mismo. El que escuches no es un defecto y no necesariamente te tiene que llevar a encontrar puro jueputa que busque desahogarse y encontrar la salida. También hay gente que mira otras cosas en ti.

Si eres una cabrona.... sí, lamento decirlo, los traerás locos. Pero hay un precio por eso: corres el riesgo de olvidar las cualidades y corres el riesgo de volverte fría. Uno pensaría que no se sufre siendo así.... déjaselo al tiempo y a la conciencia y entenderás mi punto.

Creo que la respuesta debe ser el balance y darse la oportunidad (también aprender a distinguir entre oportunidades y gente disfrazada).

No cambies amiga, en serio. Solo, da tiempo.